Llegó septiembre. Y con él, las obligaciones, las prisas, los horarios y, por supuesto, ¡la rutina! Esa rutina que tantas veces maldecimos, pero sobre la que, en realidad, no podemos elegir. Así que es hora de pensar: ¿cómo lo vamos a hacer para que este nuevo ciclo que ahora comienza resulte una ocasión para disfrutar?
Si falta organización, sobra estrés
En primer lugar, quítale la mala fama a la rutina: ella no es necesariamente la culpable de todos nuestros males. Sí, puede ser molesta cuando nos hace sentir que todos los días son iguales o que en nuestra existencia no hay pasión. Pero piensa que solo gracias a una repetición ordenada de nuestros actos conseguimos encontrar un punto de equilibrio para toda la familia y coordinarnos para que todo funcione. O sea, que la rutina se convierte en estructura, nos da tranquilidad y reduce la incertidumbre (y las prisas).
Y para que todo ello sea realidad, te hacemos tres recomendaciones: planifica, investiga un poco y ordena. ¡Descubrirás que ahorras mucho tiempo!
1. Planifica
Ir un paso por delante es muchas veces la clave del éxito. Por eso insistimos en que planifiques tus comidas. Porque tiene ¡un montón de beneficios!:
- Hace que sea más fácil seguir una dieta equilibrada
- Permite que compres solo lo necesario con una única visita al super o al mercado
- Hace que sea posible cocinar un día y congelar para varias jornadas
- Te ayuda a reducir (¡y mucho!) el desperdicio de alimentos
- Hace que se pueda medir cuánto tiempo aporta cada miembro de la familia al conjunto
2. Investiga y curiosea
Está claro: los electrodomésticos no cocinan solos. Ni se limpian de forma automática. Pero muchos de ellos tienen funciones que no sueles utilizar… por no entretenerte un poco. Vamos, que por no perder tiempo haciendo unas pruebas, estás perdiendo oportunidades que te pueden simplificar la vida. Hablamos de hornos y cocinas que se pueden programar, robots que te ayudan más de lo que pensaste, microondas que hacen mucho más que calentar un tazón de leche…
Te animamos también a que curiosees en blogs de cocina y comida. Encontrarás recetas sorprendentes, preparaciones rápidas o trucos que pueden ayudarte. Prueba, ensaya y, cuando veas si te convence… ¡incorpora esas novedades a tus rutinas!
3. Ordena y simplifica
¿Puede el espacio físico mejorar nuestro día a día? Nosotros tenemos una respuesta clara: ¡por supuesto que sí! Así que te animamos a que tengas tu cocina bien ordenada y que exijas a todos los miembros de la familia que contribuyan a mantener el orden. Hablamos de pequeños detalles como tarros rotulados o separadores para elementos pequeños; hablamos de atreverse a tirar (o mejor regalar o vender) ese electrodoméstico que solo usamos en una ocasión; y hablamos de simplificar al máximo, manteniendo espacios propios para cada alimento.
¡Tiempo para ti!
Como muchas de las grandes recetas, nuestra propuesta tiene solo tres ingredientes (planificación, investigación y orden) pero aporta un sabroso resultado: conseguirá tener más tiempo para ti. Y lo más probable es que sientas que tu rutina es, realmente, una rutina bendita.